La escritura ibérica se usó en la zona costera mediterránea de la Península Ibérica, desde el Lenguadoc hasta la parte oriental de Andalucía. Esta área se extiende hasta el territorio aragonés actual.
Los territorios donde se hablaban estas lenguas no siempre coincidían con las escrituras que se utilizaban. Esa es la razón por la cual las equivalencias entre lenguas y escrituras no son unidireccionales:
Por lo tanto, tenemos tres tipos de escritura para una misma lengua y, por otra parte, tres lenguas que comparten un mismo tipo de escritura.
La escritura de mayor extensión, la ibérica, tiene dos variedades: la nororiental (llamada ibérica clásica o levantina) y la meridional (con influencias del tartésico).
Webmistress: Núria Delgado.